lunes, 13 de octubre de 2008

Toda crisis es una oportunidad, siendo prudentes y cautelosos.

Los que nos dedicamos a las finanzas hemos escuchado o leído un sinnúmero de veces frases como "toda crisis es una oportunidad", "comprar cuando todos venden" o similares.

¿Qué momento mejor que este para validar esas premisas?, claro, si es que estamos con ganas y coraje como para aplicarlas. Nada sencillo.

La historia demuestra al menos dos cosas: 1) que el riesgo, en general, es subestimado o sobreestimado en épocas de bonanza y crisis respectivamente; 2) que luego de una crisis sobreviene una recuperación.

A partir de aceptar los dos puntos anteriores podríamos pensar, a priori, que efectivamente las premisas se cumplen.

Si el pánico actual hace sobreestimar el riesgo, debieran existir verdaderas oportunidades de compra que una vez normalizado el mercado, ajustarían a su verdadero valor empujando hacia la recuperación post-crisis.

Detectar esas oportunidades es el desafío sobre el que debemos trabajar para poder realmente validar la premisa de que "crisis es oportunidad comprando cuando todos venden".

Ésto no significa salir desaforados a comprar aquellos papeles que sufrieron grandes caídas de precio, porque no todos se van a recuperar ni todos los que se recuperen lo harán al mismo ritmo; sino que debemos actuar profesionalmente para tamizar e identificar cuáles de ellos tienen los fundamentos necesarios para salir rápidamente de la crisis una vez que comience un nuevo ciclo alcista.

Debemos entonces prestar atención a aquellos papeles que cumplan con las siguientes condiciones:

1) que formen parte de un índice relavante. Bien sabemos que una acción que forma parte de un índice tiene garantía de liquidez y que debería acompañar (con distinto grado de sensibilidad) la tendencia.

2) que tenga solidez en su operación. Aquellas empresas que cuenten con indicadores operativos sólidos (rentabilidad operativa, rotación de activos, márgenes sobre ventas, etc) transitarán la crisis de mejor manera que aquellas que están al límite operativo.

3) que tengan una estructura de capital con índices de endeudamiento bajo. Con el acceso al crédito cerrado, aquellas empresas que tengan compromisos financieros se verán en difícil situación para refinanciarlos.

4) que tengas una cómoda situación de liquidez, por el mismo motivo que el argumento previo.

5) que hayan transitado y salido airosas de alguna crisis anterior, o que su management tenga experiencia en épocas turbulentas.


Claro está que existen otros indicadores a relevar, siendo los nombrados solo algunos; como por ejemplo atender a las industrias o sectores que liderarán la recuperación, como herramienta fundamental.

En estos párrafos la intención es animarnos evaluar las posibilidades que nos presenta la actual coyuntura para trabajar en la detección y captura de verdaderas oportunidades.